Monedas

        La falta de monedas se hizo acuciante, por eso decidí poner mi grano de arena para solucionar el tema. Por supuesto no me dedicaría a la falsificación, ya que no tengo aptitudes delincuenciales sino que me dediqué a cuestiones mas sutiles.
        Instalé un criadero de monedas en la terraza de mi casa. Logré que las monedas de un peso tuvieran crías de cinco centavos que una vez llegadas a su madurez alcanzaban el valor de sus padres.
        El problema era distinguir las monedas machos de las hembras. Desarrollé  un complejo sistema de sexación química pero como las monedas, son monógamas, no había que sacrificar ni a machos ni a hembras sobrantes, solo hacer pequeños recipientes con ranuras donde entraran las monedas para sacar a las crías que nacían después de pocos días de incubación. Fui superponiendo los cubículos de cría, día a día y donde hoy la gente ve un montón de maderas prolijamente apiladas, reside la base de mi fortuna.
                JJ Catalano, de "Perros Verdes"